El domingo nos levantamos con calma y después de desayunar un poco y preparar las cosas nos vamos hasta Riosa para recoger los dorsales. Una vez los cogimos nos desplazamos hasta la zona de salida y allí nos juntamos con Juan Carlos y Leonor.
En principio la salida estaba puesta para las 10,30 pero hasta las 11 no empezamos por culpa de la niebla, con lo que tuvieron que modificar algo el recorrido. La idea ahora era en la última bajada hacer 2 km por carretera y después enlazar.
Uno de los zig-zag que subimos |
La bajada del Barriscal es de 1 km y casi 300 m de desnivel donde piso en una piedra que se me mueve y me voy al suelo. Me levanto y afronto la subida al Angliru. Una vez coronado nos quedan casi 12 km de bajada.
A 500 m ya estaba cerrado de niebla |
Ya estoy en el asfalto y veo la que iba a ser la bajada normal de la prueba. Me dicen que siga tirando hasta encontrar a alguien indicando el cruce. Con la niebla solo se da visto a 20/30 m alrededor. Después de 4 km en los que ardían los pies por los desniveles que bajábamos por el asfalto veo a un par de chicos que me dicen que me meta a la derecha.
Desde ese punto tenemos 2 km hasta que enlazamos con la zona de subida. Desde aquí ya conozco lo que me queda e intento aumentar un poco el ritmo para ver si doy pasado a algún corredor y consigo adelantar a 2.
Ya veo la linea de meta y acabo la prueba con un tiempo de 2h41´44´´ en el puesto 21 de 150 corredores para un total de 22,3 km y 3400 m acumulados.
Una vez duchados nos fuimos Casa Chus donde disfrutamos de una buena comida asturiana.
En definitiva, quedé contento con las sensaciones y bastante bien de piernas. Ahora a recuperar esta semana y el domingo a San Mamede.
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