El sábado a las 7 de la mañana ya estábamos recogiendo a Formoso para emprender viaje. Nos quedaban por delante 6 horas de camino que se llevaron bastante bien pues el tiempo acompañó hasta llegar a Zegama donde estaba todo cubierto y caían unas cuantas gotas.
Nos juntamos con Arca y Cancelo y vamos a reponer fuerzas. A las 5 nos dirigimos a coger los dorsales y ya vemos que el ambiente es distinto de otras carreras. El carrusel de corredores que hay es impresionante. En cuestión de unos minutos hemos visto a Zaid Malek, Ionut Zinca, Tom Owens, Enma Roca, Iker Karrera, Oihana Kortazar, Pablo Villa, Manuel Merillas, etc...
Una vez que hemos recogido el dorsal nos vamos a dar una vuelta y hacemos el último km de la carrera. De momento parece que el tiempo nos da una tregua y se mantiene sin llover. Nos vamos a descansar un rato y a las 9 ya estamos cenando para acostarnos pronto.
A las 4 de la mañana me despierto empapado en sudor por culpa del amago de catarro de los últimos días. Aprovecho para mirar y está lloviendo de lo lindo con una buena tormenta encima nuestra. Me vuelvo a dormir casi sin taparme y cuando suena el despertador a las 7 vuelvo a estar todo sudado. Desayuno tranquilamente, me cambio y preparo las cosas que voy a llevar para la carrera. Ya empieza a haber ambiente en la plaza y de momento sigue lloviendo.
A las 8,20 bajamos y ya nos está esperando Cancelo en la puerta. Hacemos unas cuantas fotos y nos ponemos a calentar un poco.
Entramos en la cámara de llamadas y dejamos a Arca que se va hacia delante y nosotros nos quedamos por la mitad. Nos decidan un baile y empieza a sonar la música de Vangelis. Con las campanadas del reloj se da la salida. Estoy más atrás de la mitad y aun así cuando me doy cuenta estamos rodando a 4 por el pueblo, torcemos a la izquierda y empieza la subida.
Cojo un ritmo bastante cómodo y voy alternando trozos andando y otros corriendo. Las sensaciones en las piernas son muy buenas y responden bien. Paso por el primer control de Otzaurte en 50´ que es lo que tenía pensado. Unos metros más adelante está Nati animando como siempre y haciéndome mi primera foto.
Desde aquí tenemos un repecho de 1km durillo sobre todo porque estaba todo embarrado y tenías que buscar zonas por donde no pasara nadie para poder pisar bien. Una vez pasado nos metemos en una zona de bosque muy cerrada que para mi fue de lo más bonito de la carrera. Desde ahí ya teníamos la subida a Aratz con más de 6 km.
En la subida hasta el control de Atabarreta me dan 2 amagos de calambre en el gemelo. Me deja mosqueado pero mantengo el ritmo, pero 1 km más tarde ya me da un buen calambre. Intento pensar en otra cosa haber si se pasa y en el control hago 1h41´ mejorando 15 puestos. En los 4 km quedan de subida hasta Aratz mantengo la posición pasando el control en 2h22´ pero los calambres van a más.
La siguiente baja es de algo más de 4 km en los que hay bastante piedra en la primera zona. Desde aquí se pueden contemplar algo las vistas ya que la niebla no se ceba en esta parte. Empiezo a adelantar a gente y eso me anima un poco pero la cabeza solo piensa en abandonar por los calambres.Cuando estoy llegando a Saint Spiritu (2h44´en el puesto 331) bajo un poco el ritmo para intentar ver a Nati y reponer avituallamiento.
Pienso en lo que me dice antes de empezar la carrera de que al menos ya que estamos allí hay que intentar terminarla y paro junto ella lo justo para coger las cosas y no estar demasiado tiempo parado pues si me quedo un poco más se que abandono.
A los 20 m está el avituallamiento, tomo un vaso de agua y empiezo la subida a Aizkorri. Por delante me esperan 2,3 km de sensaciones encontradas. por un lado estaba toda la gente que te animaba alrededor tuya y por otro ese dolor provocado por los calambres. A cada paso que daba aparecía uno. Intentaba cambiar la posición al correr pero nada lo remediaba. La conclusión fue que ese trozo tardé 50´en hacerlo llegando a la mítica cima en 3h36´ y lo más sorprende fue que solo perdí 5 posiciones.
En el avituallamiento cojo un trozo de naranja, relleno los bidones y aprovecho a estirar para descansar un poco. Continuo con el camino y ahora toca llegar hasta Aitxuri. Es 1,1 km de sube baja por piedra escarpada donde no te puedes despistar ni un segundo. Los distintos tamaños de estas hacen que con un paso en falso sigan los calambres. Para mi es la parte más técnica de la carrera y lo demuestra el hecho de que tardase en hacerla casi 22´
Cima del Aitxuri. El domingo ni vi la latita |
Empezamos a bajar y llega la bajada denominada "Ostiagorri" (curiosos los vascos) En ese punto nos juntamos 4 personas y uno de los chicos , que ya conocía la bajada, nos dice que mejor ir despacio por el desnivel. Es poco más de 1km con casi 400 m de desnivel (casi 22´ me llevó) a los que se le tiene que añadir el barro que había y en el que cada paso que dabas se convertía en una lotería. Había que bajar casi sentado para no resbalar mucho y precipitarte al vacío. Lo bonito era que cada poco escuchabas por detrás "Piedra!!!" con lo cual no sabías si mirar lo que te quedaba o lo que venía a tus espaldas.
Una vez alcanzado el llano intenté coger un ritmo que me fuera cómodo dentro de lo posible. Me quedaban 3´5 km con alguna pequeña subida pero bastante favorable hasta llegar a Urbía. En este tramo me empiezan otra vez los calambres y en una de las zonas de piedras meto el pié entre dos y me doy un golpe en tobillo que me deja bloqueado el empeine durante unos metros. Sigo corriendo y escucho el bullicio de la gente que está en el control. Este era un terreno para recuperar mucho y al final tardé casi 40´. Paro en el avituallamiento y repongo fuerzas.
Ya solo queda afrontar la subida a Andraitz y después será casi todo bajar hasta meta. El repecho no es muy duro pero a estas alturas todo suma y a mi ritmo pero condigo llegar hasta arriba. Los ánimos de la gente que allí estaba me animan un poco y un señor que debía ser de la organización me dice que sonría para una foto así que cambio la cara un instante y a seguir todo recto.
Desde aquí quedan 2 km de bajada hasta el siguiente control con una primera parte con mucha piedra y la segunda con camino pero muy castigado por el paso de los corredores y la lluvia.
Toda la bajada estaba así de embarrada |
Cada paso que doy tengo que estar pendiente de como poner los pies. Me adelantan dos chicos y uno de ellos se apoya en una raíz que se parte y casi se marcha por fuera del camino. Se me escapan un poco y cuando llego al avituallamiento repongo fuerzas, me tomo una barrita que me recompone un poco y afronto el último repecho. Una vez coronado nos quedan menos de 9 km para llegar a Zegama.
El terreno es un poco más favorable pero cada poco me siguen dando los calambres lo que hace que tenga que acortar la zancada. En el siguiente avituallamiento me ofrecen una cerveza para quitar los calambres, nos echamos unas risas y seguimos camino.
Cada vez se escucha más cerca el ruido de la llegada. La bajada se me está haciendo eterna por no poder imprimir más ritmo (salio 1h para 10km). Llego a una zona de asfalto de 1km antes de coger el la ultima bajada por el camino de tierra que ya había visto el día anterior. Empieza a aparecer gente en el recorrido y los ánimos me dan algo más de fuerza.
Los últimos 200 m son espectaculares. Todo el mundo da palmas contra las vallas, los niños te dan la mano y el speaker dice mi nombre mientras entro en meta.
Fueron 7h09´ de sufrimiento y de alegría. Una prueba que si tienes suerte haces una vez en la vida y si tienes mucha puedes repetirla alguna más.
Se que estaba para hacer como mínimo 1 h menos pero lo importante fue que acabé la prueba después de todas lo problemas que tuve desde el principio y que esta vez fui yo el que le ganó a la cabeza y no al revés y sobre todo gracias a Nati porque en los momentos duros el pensar en ella fue lo que me dio ese pequeño aliento para poder llegar a meta y verla esperándome después de todo el esfuerzo.
Como diría Kilian "Zegama es Zegama"
Enhorabuena Diego, a veces tenemos que sufrir más de la cuenta pero es lo que tiene este deporte, al poco tiempo sólo nos acordamos de los ratos buenos y de que terminamos, que es lo que realmente importa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Juan Carlos